Los eurodiputados han reprochado a la Comisión Europea las lagunas y los fallos que a su juicio existen en las normas europeas sobre control y trazabilidad de los productos médicos y han reclamado modificaciones para evitar que se repita la crisis de los implantes mamarios Poly Implant Prothèse (PIP).

También han subrayado la alarma creada por este caso y han exigido a Bruselas que aclare la situación de las miles de mujeres a las que se ha implantado este tipo de prótesis, porque la respuesta de cada Estado miembro está siendo diferente y las pacientes sienten "miedo" y no tienen claro si han de retirarse las prótesis.

El eurodiputado español Andrés Perelló (PSOE) ha apuntado la "desigualdad de trato" y la "angustia" que viven las pacientes y ha pedido a la UE que ofrezca "recomendaciones generales a los Estados miembros" para evitar esta situación.

Además, ha denunciado "grietas" en un sistema de control europeo en el que los certificados son "burocráticos" y en el que ha "fallado" la trazabilidad. "Es evidente que no se ha controlado y hay que pedir responsabilidades ahí donde se ha fallado", ha insistido el socialista.

En un debate celebrado ayer en la comisión de Salud Pública del parlamento, los eurodiputados han criticado que las inspecciones que se realizan en la actualidad sean "con aviso previo" al fabricante y han apostado por que estos controles sean de carácter "sorpresa".

El fabricante de las polémicas prótesis PIP pudo "ocultar el uso de silicona industrial", ha advertido la eurodiputada británica Linda McAvan, quien ha reclamado "registros obligatorios" para que las autoridades "sepan qué se ha implantado a quién", a diferencia de lo que ocurre ahora.