El 3 de octubre de 1792 se inicia la construcción de la mítica sede oficial de los presidentes de Estados Unidos con la colocación de la primera piedra de un edificio ideado originalmente por George Washington en 1791 y construido por el arquitecto irlandés James Hoban en 1970.

Escenario de trabajo del máximo mandatario del país y museo de referencia sobre la historia americana, la Casa Presidencial ha sufrido modificaciones y ampliaciones conforme el paso del tiempo y los cambios de inquilino. Durante la administración Monroe fue construido el Pórtico Sur en 1824, y Andrew Jackson supervisó la adición del Pórtico Norte en 1829. En 1902, Theodore Roosevelt comenzó una renovación principal del emblemático edificio, incluyendo la reubicación de las estancias del segundo piso de la residencia al edificio de oficinas que quedarían confinadas en el ala oeste.

Tras algo menos de cuarenta años de la última renovación, la Casa Blanca mostraba signos de debilidad estructural y el presidente Harry S. Truman se vio obligado a realizar una renovación total del edificio a excepción de las paredes externas, una reconstrucción que fue supervisada por el arquitecto Lorenzo Winslow. En total, el edificio posee 132 habitaciones y 35 baños distribuidos en 6 plantas contando también con 412 puertas, 147 ventanas y 3 ascensores; y su nombre se debe al presidente Theodore Roosevelt, quien le dio la denominación por el que conocemos ahora en 1901.

Desde la llegada al poder de John Adams cada presidente hasta el actual mandatario Barack Obama ha ocupado la residencia ubicada en Washington. Cada uno de estos 38 presidentes ha dejado su huella y ha forjado la identidad y alma del edificio en un cónclave interno que va más allá de la construcción y su propia historia.