La publicación de unas fotos policiales muy mal retocadas ha provocado un nuevo escándalo en Grecia y ha reabierto el debate sobre las torturas de las fuerzas de seguridad.

La noche del sábado, la policía subió a su página web las fotos de cuatro detenidos por el robo armado de dos bancos en el norte del país a los que además se acusa de tener vínculos con el grupo armado anarquista Conspiración de los Núcleos de Fuego (SPF). En las imágenes se apreciaba claramente que habían sido tratadas con un programa informático, especialmente en torno a los ojos de los detenidos --todos ellos menores de 25 años-- y en el cuello de uno.

Las redes sociales comenzaron a echar chispas, acusando a las fuerzas de seguridad de querer ocultar signos de violencia que, además, se hicieron patentes cuando los medios captaron las imágenes de los jóvenes siendo trasladados por los agentes.

Finalmente, ayer, la Fiscalía decidió que investigará las denuncias y el titular de Orden Público, Nikos Dendias, aseguró que será "implacable" con los autores de las presuntas torturas si se demuestra que se produjeron. Con todo, el ministro justificó el retoque de las fotos porque, según dijo, era necesario que las caras fuesen "reconocibles" para que eventuales testigos pudiesen aportar datos sobre el caso. La Policía por su parte, emitió un comunicado en el que explicó que los moratones de los detenidos se produjeron durante la detención, en la que se utilizó "la violencia necesaria" ya que los jóvenes iban armados.

MOTIVOS POLÍTICOS Uno de los detenidos, Nikos Romanos, de 20 años, anunció ayer a través de su abogado que no presentará denuncias contra la policía: "Quiero que el abuso que he sufrido remueva la conciencia ciudadana". El joven reconoció su participación en el atraco bancario, aunque no así su vinculación terrorista, y dijo que lo hizo "por motivos políticos" y que se considera a sí mismo "un prisionero de guerra". De acuerdo con los medios griegos, Romanos era amigo de Alexis Grigorópulos y se encontraba con él la noche del 2008 en que este adolescente fue asesinado por el disparo de un policía.

Al mismo tiempo, la división de antiterrorismo continuaba ayer su investigación sobre el atraco ya que, según los agentes, las huellas dactilares de los detenidos coinciden con las encontradas en pisos francos de SPF, organización compuesta por militantes muy jóvenes que desde el 2008 ha atentado contra objetivos políticos y diplomáticos.