Singapur está apostando por formar a los jóvenes y reeducar a los adultos para los trabajos vinculados con las nuevas tecnologías. «Esta es una política visionaria, no la pequeña política que se fija en el pasado», afirmó el presidente del BBVA Francisco González en un acto celebrado ayer por la mañana en Barcelona.

González abrió la jornada ¿Sobrevivirá la humanidad en el siglo XXI?, organizada por el Grupo Zeta y BBVA Open Mind, una iniciativa del banco para poner al alcance del público las reflexiones de más de 240 científicos e intelectuales sobre las tendencias sociales futuras. El debate fue presentado por el director de el Periódico de Catalunya, diario del grupo, Enric Hernàndez, y moderado por el periodista Michele Catanzaro.

El acto abordó el impacto de las tecnologías «exponenciales», o sea, las que están eclosionando a velocidad acelerada: genética, inteligencia artificial, robótica, blockchain, etcétera. «El desencadenante ha sido la nube: su capacidad es infinita y el coste casi nulo», explicó González, en referencia a la tecnología que permite procesar y almacenar información en millares de ordenadores remotos.

No obstante, la revolución digital aún no se ha reflejado en el crecimiento. «La productividad está bajando y la desigualdad está subiendo», constató González.

«No obstante, yo estoy del lado de los tecnooptimistas. Los cambios producen ganadores y perdedores en el corto plazo, pero la sociedad acabará ganando», afirmó. Según González, la tecnología va a cancelar empleos, pero se van a crear otros. «Lo más importante es el encaje entre las habilidades y los empleos que se ofrecen», dijo. «Los medios están en crisis mientras Google y Facebook están ganando muchísimo y sin repartir», observó González. Y eso pese a la proliferación de noticias falsas en estas plataformas. «Se requiere una intervención importante del sector público, más reglamentación para abordar esta situación, aunque sin asfixiar la innovación», propuso.

Francisco González reivindicó que el BBVA estuvo entre los pioneros de la digitalización. «Empezamos hace diez años, con aciertos y errores: por ejemplo, invertimos en hardware antes de darnos cuenta de que la nube estaba detrás de la esquina», explicó. Sin embargo, la inversión más importante fueron las personas. «Hemos producido una forma nueva de profesional: banquero y experto digital a la vez», afirmó.

González afirmó que el 41% de los clientes del BBVA interactúan de forma digital con el banco y «son más felices y más leales».