La lancha neumática semirrígida que ocasionó el lunes la muerte de un niño en una playa de Algeciras (Cádiz) no era una ‘narcolancha’ propiamente dicha, pero había participado en tareas de apoyo en operaciones de tráfico de estupefacientes, según ha confirmado este martes la Policía Nacional.

El piloto, que hace años fue condenado a tres años de prisión por narcotráfico (de los que cumplió dos en la cárcel), permanece detenido por un delito de homicidio imprudente, mientras que su acompañante ha sido puesto en libertad al confirmarse que no participó en la maniobra temeraria y que incluso, según las fuentes, colaboró quitando las llaves de la embarcación para que el piloto no pudiera fugarse.

Fuentes de la investigación han confirmado que la lancha semirrígida había sido requisada el pasado 26 de abril, y que no fue recuperada por el piloto y dueño de la misma hasta una hora antes del tráfico accidente en la tarde de este lunes. Según señalan, la barca fue interceptada en una operación policial vinculada al narcotráfico cuando estaba cargada de bidones de gasolina, lo que hizo sospechar que participaba en labores de apoyo. Pero solo se pudo incautar porque sus ocupantes carecían de documentación sobre la embarcación. No fue hasta el mismo lunes por la tarde que el dueño y un acompañante la recuperaron del depósito de la Policía al presentar todos los papeles. No obstante, el ministro de Interior Juan Ignacio Zoido seguía negando que fuera una 'narcolancha'.

MANIOBRAS TEMERARIAS

Nada más volver a tenerla en su poder, el piloto empezó a realizar maniobras temerarias en la ensenada de Getares. Los testimonios recopilados hasta el momento no han podido confirmar con exactitud la naturaleza de la discusión que mantuvo con el padre del niño fallecido, aunque las pesquisas sí han podido "descartar que existieran cuentas pendientes o rencillas previas", dado que el progenitor también está vinculado al mundo del tráfico de estupefacientes. En este sentido, los agentes tratan de descartar también la premeditación por parte del piloto, y apuntan más bien a un accidente fortuito y que en una de las maniobras peligrosas el hombre perdió el control de la nave. La lancha pasó por encima del barquito de recreo donde estaba el niño, su padre y otra persona, provocando que el pequeño fuera arrollado y cayera al agua, siendo atrapado por la hélice.

No obstante, la vinculación de ambas familias --de del causante del accidente y la de la víctima-- con el mundo delictivo hace a algunos investigadores y a vecinos temer por posibles represalias tras la muerte del pequeño Manuel, de apenas 8 años y que disfrutaba de una tarde de playa con su familia. Tanto coordinadoras antidroga como sindicatos policiales de la zona han convocado ya una concentración este jueves en Algeciras, bajo el lema ‘Por tu seguridad, por la de todos’ para denunciar los últimos incidentes. Los convocantes no solo denuncian el incremento de la violencia en la zona derivado del narcotráfico, sino que reclaman además un aumento de efectivos y medios materiales para combatirlo.