En la comunidad aragonesa no hay problemas de retraso en los pagos a las farmacias, como sí sucede en Castilla-La Mancha. A pesar de ello, los colegios oficiales de farmacéuticos de las tres provincias han alertado del peligro que supone para las farmacias rurales los continuos ajustes en los precios de los medicamentos para reducir el gasto farmacéutico, dado que estas oficinas atienden en numerosas ocasiones a poca población. De hecho, en Teruel la entidad colegial va a crear una comisión para estudiar el problema y algunas farmacias en los puntos más alejados han alertado ya de que si los precios siguen bajando --y también los beneficios-- se verán obligadas a llevar a cabo recortes en el personal.