Las compañías de seguro médico privado han emprendido una general propuesta de rebaja en el precio de la póliza que suscriben sus afiliados, unas ofertas dirigidas a compensar su relativa crisis económica que, en algún caso, implican mermas importantes en el servicio que prestan, alertó ayer el Colegio Oficial de Médicos de Barcelona (COMB). "Pueden llegar a pedir solo 30 o 40 euros por una póliza de seguro privado (muy poco en este sector), pero quien la suscriba, y su médico, habrán de pasar un lento proceso burocrático antes de que les autoricen una resonancia magnética, un TAC o cualquier prueba tecnológica", afirmó Miquel Vilardell, presidente del COMB. Por esa razón, Vilardell sugirió leer con detenimiento la "letra pequeña" de los contratos que se suscriben con las mutuas.

Contra la sospecha general, los recortes que la Generalitat ha impuesto en la sanidad pública desde el 2010 no han supuesto un enorme beneficio para el sector de las mutuas. En el 2011 logró un 2% más de clientes que el año anterior, informó Ramon Torné, miembro de la junta del COMB, en la presentación de una encuesta que el colegio ha realizado entre los médicos, que exponen su percepción del sector privado y las condiciones en las que ejercen.

Además de la mencionada restricción en el acceso a las pruebas tecnológicas que consideran necesarias para sus pacientes, los médicos lamentan los bajos honorarios que perciben por su actividad. De forma general, las mutuas pagan 21 o 22 euros al médico que atiende una primera visita, la que exige más tiempo de exploración. Por una segunda visita suelen cobrar de 6 a 8 euros, explicaron. "El COMB considera que lo óptimo sería que el médico cobrara un mínimo de 26 euros brutos por una primera visita --indicó Torné. Aunque eso no condiciona nuestra actividad, porque nos gusta ser médicos, son precios muy insuficientes".

Los médicos encuestados por el COMB han establecido una clasificación de las mutuas para las que trabajan, en la que encumbran en los mejores lugares a las compañías que facilitan el acceso de los pacientes a las pruebas tecnológicas, que coinciden también con las que mejor retribuyen su trabajo (ver recuadro). Los facultativos valoran las mutuas que cuidan la "claridad y concreción" de la póliza que han de firmar sus clientes.