El presidente de Lufthansa, Carsten Spohr, indicó ayer que "se necesitará tiempo" para conocer lo que pasó con el vuelo de su filial de bajo coste Germanwings que se estrelló en los Alpes franceses el pasado día 24.

Spohr visitó junto con el presidente de Germanwings, Thomas Winkelmann, la zona próxima al lugar de la tragedia, rindió homenaje a las víctimas y agradeció el trabajo de los servicios de rescate franceses. Pero se negó a responder a las preguntas de los periodistas y se limitó a hacer una declaración ante la prensa.

"Sentimos que este lamentable accidente se haya producido. Lufthansa siempre ha hecho de la seguridad su prioridad. Lamentamos las pérdidas humanas, no tenemos palabras para expresar lo que sentimos", dijo.

La visita de Spohr a la zona del accidente que causó la muerte de 150 personas se produjo un día después de que Lufthansa reconociera que conocía que el copiloto del avión, Andreas Lubitz, había recibido tratamiento psiquiátrico por depresión.

Por eso, su comparecencia era muy esperada para explicar la posición de la compañía con respecto a la admisión de Lubitz en su personal, pero Spohr no contestó a las cuestiones de los reporteros desplazados hasta Le Vernet, la aldea más cercana al lugar del accidente.

Los presidentes de las dos aerolíneas llegaron en helicóptero a Seyne-les-Alpes, al cuartel general de los servicios de rescate, y, posteriormente, se trasladaron a Le Vernet, donde está situada la estela en memoria de los fallecidos. Allí colocaron un ramo de rosas y tuvieron un momento de silencio mirando a la montaña donde están los restos del avión siniestrado.

Posteriormente, Spohr se dirigió a los medios para mostrar su agradecimiento a todos los que han trabajado en el rescate de los cuerpos de las víctimas y de los elementos de la investigación. "Para nosotros era fundamental venir para rendir un homenaje a las víctimas y expresar nuestra pena ante la estela lo más cerca posible del lugar del accidente", afirmó el presidente de Lufthansa.

Spohr se mostró "impresionado" por la "profesionalidad" de los agentes franceses y de "la solidaridad y la empatía" mostrada por los habitantes de la región. "Sabemos lo difícil y peligroso que es el trabajo que están haciendo", indicó.

El presidente de Lufthansa gio su palabra de que la ayuda a los familiares de las víctimas "no acabará esta semana" y que durará "lo que sea necesario". Consciente de que la región vivirá "un antes y un después" del accidente, el presidente de la compañía se comprometió a limpiar el lugar del siniestro en cuanto termine la investigación.