Se llama Marcello Volpe, es de Palermo (Sicilia), tiene 26 años y desde el 2011 su familia no sabía nada de él. Pero el jueves una patrulla de la Policía Nacional le encontró en el municipio madrileño de Torrejón de Ardoz. El joven fue localizado cuando deambulaba descalzo, desaliñado y sin articular palabra, por lo que los agentes lo trasladaron a comisaría para practicar las gestiones pertinentes a fin de poder identificarlo.

Una vez en las dependencias policiales, los agentes tuvieron que comunicarse con él a través de gestos, aunque no consiguieron ningún resultado sobre su identidad.

EN LA BASE DE DATOS DE DESAPARECIDOS

No obstante, su fotografía, distribuida desde que se le perdió la pista por Interpol, seguía en la base de datos de desaparecidos, lo que ha permitido a la Policía española dar con el paradero de su familia.

Este viernes, la Jefatura Superior de Policía de Madrid ha informado de su aparición. Su presencia en Torrejón de Ardoz llamó la atención de los agentes, que nunca le habían visto por la zona.

De momento, no se sabe dónde ha estado todos estos años, porque no ha hablado y solo se comunica por gestos y por escrito, aunque con frases incoherentes.

SU MADRE NO LO RECONOCE

No obstante, los policías no desistieron en su empeño y tras indagar en asociaciones como SOS Desaparecidos y en Interpol, lograron identificarle y comunicarse con su madre.

A ella le enviaron una foto actual de su hijo, al que reconoció solo por una cicatriz en la muñeca derecha, ya que está bastante cambiado. No obstante, cuando la mujer se desplazó a Madrid desde Siciliapara reencontrarse con el chico, no lo ha reconocido al verlo en persona. El joven ha sido ingresado en un hospital para que un equipo médico proceda a la valoración de su estado de salud.

Cuando desapareció, Marcello Volpe tenía 20 años, medía 1,75 metros y tenía el pelo castaño, según la descripción de los carteles en los que se pedía la colaboración ciudadana para encontrarle.

INFORMACIONES CONFUSAS

Los medios de comunicación italianos han seguido informando sobre este caso y en septiembre del pasado año, por ejemplo, daban cuenta de que se le había visto en la ciudad de Forlí, en la región italiana Emilia-Romaña, a 80 kilómetros de Bolonia. Finalmente no pudo comprobarse su presencia allí.

Un año antes, en septiembre del 2015, la familia de Marcello volvió asentirse esperanzada cuando se comunicó que el joven había sido visto en la zona universitaria de Trento. Ninguna de las búsquedas por los lugares en los que en estos años alguien ha dicho haberle visto resultó exitosa.

Habrá que esperar a que él pueda o quiera contarlo para saber dónde ha estado todo estos años en lo este tiempo.