Cada vez más mujeres se inician en el sexo en la adolescencia, pero el porcentaje de mujeres que teniendo relaciones completas acaban siendo madres precoces ha descendido en 30 años desde el 43% al 11,5%. Así lo demuestra un estudio del CSIC que recoge y analiza datos sobre maternidad adolescente en España. Margarita Delgado, autora del trabajo, elaborado a partir de una encuesta a 9.700 mujeres, considera como principal factor de que el sexo en la adolescencia ya no sea sinónimo de embarazo "el uso cada vez más extendido de una contracepción eficaz".

Cantabria, Canarias, Baleares y Cataluña se sitúan a la cabeza de las comunidades donde las menores de 20 años tienen una mayor actividad sexual, en torno al 78%. En el extremo contrario se sitúan el País Vasco, Castilla-La Mancha y Murcia En Aragón, el porcentaje es del 67,5%, seis puntos por debajo de la media nacional.

El País Vasco, Asturias y Cataluña también se sitúan por delante en cuanto al uso de anticonceptivos eficaces desde la primera relación sexual, "la mejor forma --subrayó Delgado-- de evitar un embarazo no deseado". No utilizar anticonceptivos o usarlos después de la primera relación sexual, según sus cálculos, multiplica hasta por seis la posibilidad de embarazo. Igualmente, emplear un método anticonceptivo no eficaz (distinto del preservativo, el DIU, el diafragma o los métodos hormonales) multiplica por más de cuatro el riesgo de embarazo precoz.

LA MITAD ABORTAN El estudio no entra en los más de 5.000 abortos en que --según Delgado-- acaban los 10.000 embarazos precoces en España, pero constata que Galicia, Asturias y Cataluña son las autonomías que menos embarazos adolescentes registran. Lo contrario que ocurre en Murcia, Baleares y Castilla-La Mancha. En Aragón se llega al 16,6%, cinco puntos por encima de la media.

La investigadora ha confirmado de que las comunidades con mayor índice de estudios superiores, renta per cápita y participación femenina en el mercado laboral tienen tasas menores de fecundidad adolescente. "El hecho de pertenecer al área más desarrollada del país desde el punto de vista económico reduce el riesgo de quedar embarazada hasta en un 40% respecto a la zona más desfavorecida. Y en el caso de la educación, lo reduce en un 37%", explicó Delgado.

MÁS DIFICULTADES La investigadora recordó que las madres adolescentes tienen más dificultades en el futuro para encontrar un trabajo estable y su vida privada se precipita: se emancipan antes, se casan y tienen un segundo hijo más pronto que sus coetáneas que no han sido madres adolescentes. La investigación demuestra que las mujeres que ejercen de madres de forma prematura suelen repetir la experiencia. Así, el 78% de las chicas en Andalucía, Extremadura y Murcia habían aumentado de nuevo la familia antes de cumplir los 25 años. Sin embargo, en Madrid, Navarra y País Vasco, solo el 56% tenían un segundo chiquillo en el mismo tramo de edad.