La Sociedad Española de Medicina de Familiar y Comunitaria (semFYC), que agrupa a 20.000 médicos de familia, expresó ayer su preocupación por el auge del botellón, que lleva a los jóvenes a iniciarse cada vez antes en el consumo de alcohol, y solicitó que se prohíba la ingestión de bebidas alcohólicas en la vía pública.

El coordinador del Grupo de Educación Sanitaria y Promoción de la Salud de la semFYC, Rodrigo Córdoba, opinó que «la lamentable muerte de una menor por coma etílico en San Martín de la Vega ha causado la lógica alarma social frente a la que la comunidad debe responder». Y añadió: «Los médicos de familia consideramos, tristemente, que no se trata de un hecho aislado puesto que los datos revelan cómo el alcohol está afectando a los jóvenes». Córdoba recordó que en los últimos 12 meses «el 77% de los jóvenes han consumido alcohol, el 22% se ha emborrachado y el 32% ha consumido alcohol en forma de atracón, es decir, cinco o más copas en un corto plazo de tiempo».

El presidente de la semFYC, Salvador Tranche, explicó que «ante la ineficacia de las medidas adoptadas hasta ahora, es imperativo implantar las medidas propuestas por los ministros europeos». Exige que se cumplan las recomendaciones presentadas en la reunión de ministros de Sanidad europeos, respaldadas por la Comisión Europea y el Plan Nacional de Drogas, que implicarían prohibir el consumo de alcohol en la calle, limitar la publicidad de cualquier bebida alcohólica y realizar un control sobre los puntos de acceso y los horarios de venta y subir los impuestos.

Esto último quedó descartado por el Consejo de Ministros español del pasado 2 de diciembre, en el que se aprobó aumentar en el 5% el impuesto que grava las bebidas de alta graduación alcohólica. El Gobierno desoyó las múltiples peticiones que reclaman gravar con un impuesto el vino y la cerveza.