Al menos diez ciudades del interior del estado brasileño de Espíritu Santo, donde hubo una huelga de la Policía Militar este mes que provocó una ola de violencia inusitada con al menos 146 muertos, han cancelado las festividades programadas para celebrar el Carnaval. «El Gobierno regional está intentando decir que todo está tranquilo pero en el interior, la seguridad es crítica, muchos batallones siguen acuartelados», señaló a Efe el presidente del Sindicato de Policías Civiles estatal (Sindipol), Jorge Emiliano Legal.

El dirigente confirmó que ante la falta de seguridad y efectivos en las calles, al menos diez localidades del interior de Espíritu Santo, en el sudeste de Brasil, algunas con un alto potencial turístico, suspendieron las tradicionales comparsas callejeras propias de estas fechas.

Entre los municipios en los que han sido cancelados los actos de carnaval están Alegre, Guaçi, Presidente Kennedy, Vargem Alta, Iconha, Piúma, Mimoso do Sul, Anchieta, Cachoeiro de Itapemirim y Muqui. Varios de esos ayuntamientos anunciaron dicha suspensión por medio de comunicados divulgados en internet y pidieron la compresión de habitantes y turistas.

El organismo denunció que entre el día 4 y el 16 de este mes 921 vehículos han sido robados en el estado, de los cuales 702 se hicieron en asaltos a mano armada, lo que supuso un aumento del 285 % con respecto al mismo periodo de 2016.