Empezaron a chatear uno desde Sevilla y la otra desde Barcelona. La oportunidad les llevó a Fráncfort (Alemania), donde hoy viven y comparten una hija de cinco meses. María Casas (33 años) trabaja en el Deutsche Bank. David Casino (39), en Samsung. En el 2001 coincidieron en el chat de Trivial Ciencia de IRC, un foro que permite entablar conversaciones temáticas, en este caso, el popular juego de mesa. De los quesitos pasaron a mandarse fotos, incluso algún que otro regalo navideño. Coinciden en que todo era antes "mucho más transparente", que ahora "la gente va a lo que va", y que nunca se han sentido "incomprendidos por haber iniciado la relación a través de internet".

A los padres de María les costó entender que su hija pequeña tonteara con un chico nacido en Teruel. Ella aprovechaba los meses que sus padres se iban al pueblo para colar a David, que vivía en un piso compartido. Se casaron hace dos años y medio, y hablan de esos tiempos de tecleo nocturno como quien revive su primer beso en el campamento de verano. "Por escrito decías cosas que quizás no te atreverías a expresar en persona. Escribías tus pensamientos", dice ella. David recuerda cómo le gustaba imaginarse a María, cómo "todo era texto e imaginación". Y ahora, una hija.