Durante la visita, Moratinos evitó cualquier crítica a Marruecos por haber abandonado a su suerte en medio del desierto a cientos de inmigrantes subsaharianos, entre ellos mujeres y niños. El titular de Exteriores afirmó que "en esta historia no hay buenos ni malos" e insistió una y otra vez en "la gran satisfacción que siente el Gobierno español ante los esfuerzos realizados por Marruecos para gestionar una situación tan compleja".

Preguntado directamente por la situación de los inmigrantes que en condiciones infrahumanas viajan hacia un destino desconocido en el territorio del Sahara Occidental, Moratinos aseguró que Marruecos le "ha garantizado el respeto a los derechos humanos de estos inmigrantes". El ministro, que estuvo a punto de denominar sur de Marruecos al Sahara Occidental, aseguró: "El Gobierno marroquí nos ha dicho que está en conversaciones con los países de origen de esos inmigrantes para repatriarlos y que es posible que hoy ya se rubriquen algunos acuerdos" de expulsión con estados como Camerún.