Joaquín Navarro Valls murió ayer en Roma a los 80 años. El histórico portavoz de la Sala de Prensa de la Santa Sede fue nombrado por Juan Pablo II, el Papa que mucho tenía que agradecer al Opus Dei, organización a la que el médico psiquiatra pertenecía. La noticia fue divulgada por el Vaticano a través de las redes sociales.

Navarro Valls nació el 16 de noviembre de 1936 en Cartagena (Murcia), era doctor en Medicina y licenciado en Periodismo y fue director de la sala de prensa del Vaticano entre los años 1984 y 2006. Con él se van a la tumba muchos secretos e informaciones reservadas de la Santa Sede, sobre el papel del Vaticano y del Papa polaco en la Polonia al final de la Unión Soviética y sobre el halo de misterios que envuelven en general los asuntos del Vaticano. Navarro Valls fue el primer laico al frente de la Sala de Prensa del Vaticano, que en los años 80 representaba no solo un prestigio para la Obra fundada por José María Escrivá de Balaguer, sino también una ruptura del clericalismo vaticano en las relaciones con la prensa.

Mientras era corresponsal en Roma del diario Abc, Navarro Valls desapareció durante seis meses. Un período que coincidió con el nacimiento del sindicato polaco Solidaridad, que fue el inicio del fin de la Polonia comunista en la órbita de Moscú y, por un efecto de arrastre, el fin de la URSS.

Actualmente era presidente del Consejo Asesor de la Universidad Campus Bio-Médico de Roma.