Joan Colom, el gran fotógrafo callejero de la Barcelona de los 50 y 60, ha fallecido esta mañana a los 96 años, según ha anunciado su familia. Referente de la nueva vanguardia fotográfica y pionero, sin proponérselo, del fotoperiodismo español, Colom destacó con sus series de imágenes captadas al vuelo por las calles del Raval entre 1958 y 1964, año en el que dejó de fotografiar tras ser demandado por una prostituta a causa de un retrato aparecido en el libro 'Izas, rabizas y colipoterras', de Camilo José Cela. No volvió a coger una cámara hasta que se jubiló de su profesión de contable, a finales de los años 80, momento en el que empezó a dedicarse a la fotografía en color.

En el 2012, Colom donó todo su archivo, perfectamente conservado y sistematizado, al MuseO Nacional de Arte de Cataluña (MNAC), que un año después presentó la primera gran exposición antológica dedicada al fotógrafo barcelonés bajo el título 'Yo hago la calle'. Con esa expresión, "hacer la calle", definía Colom su trabajo como retratista de la vida de la gente humilde que trataba de sobrevivir en los barrios de la Barcelona de posguerra. "Yo no sabía que estaba haciendo fotografía social en aquel momento", explicaba Colom en 1999. "Yo sólo hacía fotografía y buscaba imágenes que me emocionasen".