Una heroicidad vecinal que terminó en tragedia. Un ladrón, que había asaltado junto a un compañero una panadería de Barcelona, falleció ayer por la tarde en el hospital tras la parada cardiorespiratoria que sufrió la noche del viernes cuando fue retenido por varios ciudadanos que se la jugaron para impedir el robo. Los hechos sucedieron en el establecimiento Macxi Pan, sobre las ocho y media de la tarde del viernes. Un hombre armado con un cuchillo entró en el establecimiento para atracarlo. En cuanto el dueño del local se percató del intento de robo, intervino enseguida. Con la ayuda de otros vecinos, logró desarmar y reducir al atracador. Un segundo grupo fue entonces a por el compañero del asaltante, que le esperaba junto a la tienda con la moto en marcha. Lo tiraron al suelo y dos o tres ciudadanos se tumbaron encima de él para contenerlo. Este cómplice llevaba puesto el casco y, bajo este, un pasamontañas. Al cabo de pocos segundos los vecinos se dieron cuenta de que el hombre había dejado de moverse.

Cuando la Policía llegó el motorista ya estaba sin conocimiento. Fueron los propios agentes quienes trataron de reanimarlo en primera lugar, hasta la llegada de los técnicos de emergencias. Las maniobras de reanimación fueron en vano. El hombre fue trasladado en ambulancia a un hospital y siguió con vida hasta este sábado gracias a la respiración artificial. Murió ayer por la tarde.