Luis de Marcos, el enfermo de esclerosis múltiple que pidió ayuda social para morir dignamente y hacer que los partidos legalizasen la eutanasia, ha muerto, según informó ayer la cadena SER. De Marcos era un madrileño de 50 años, enfermo desde hacía 10, a quien su enfermedad tan solo le permitía mover el cuello y la cabeza. Inició una campaña en las redes sociales dirigida a Mariano Rajoy, Pedro Sánchez, Albert Rivera y Pablo Iglesias en la que reclamaba el derecho a poner fin a su vida.

Denunció que las leyes le «obligaron» a pasar por un «calvario». «Los dolores insoportables de la enfermedad que me ha tocado me hacen desear abandonar este mundo ya, pero la legislación española no me lo permite», sentenciaba De Marcos. No quería someterse a un «ensañamiento terapéutico cruel» y lamentaba que esa decisión no estuviera en sus manos, sino en la del médico.

En los últimos meses, la movilidad de su cuerpo se había reducido, las últimas horas fueron muy duras para De Marcos. Su mujer, Asun, explicaba: «Solo tengo palabras de agradecimiento para el hospital en el que hemos estado desde el 7 de julio. Espero que nadie pase por el calvario que ha pasado Luis, le haya costado tanto irse y dejar esta vida, ha sido un infierno. Eso no es propio de este tiempo, hay que hacer algo con la ley».Antes de morir, le encargó a su mujer que hiciera pública una carta que escribió y que ayer dio a conocer la SER, en la que él explicaba que a le había tocado la misión de «luchar por uno de los derechos más básicos» y recordaba que el derecho al suicidio asistido es el «mínimo exigible» de una sociedad civilizada.