Un tiroteo en el atraco de una entidad financiera de Vigo (Pontevedra) se saldó ayer con las muertes de una agente de la Policía Nacional y del atracador. La subdirectora de la entidad y un subinspector policial resultaron heridos, este último con pronóstico grave.

A la llegada de la policía, el atracador utilizó a la subdirectora de la entidad como rehén para tratar de escapar. Sin embargo, se produjo un tiroteo en el que murió abatido el ladrón y resultó malherida la agente, Vanessa María L. C., de 36 años. A pesar de que los servicios sanitarios pudieron reanimarla y trasladarla a un hospital, la policía murió poco después en el quirófano. La agente fallecida acababa de reincorporarse al servicio tras haber disfrutado de una baja por maternidad.

En el tiroteo resultó herido de gravedad el subinspector Vicente A. B., de 41 años, que fue hospitalizado tras recibir cinco disparos de bala, dos de ellos en el pecho, uno a la altura del pulmón. El policía, que años atrás estuvo destinado en las unidades especiales de los GEO, fue trasladado en ambulancia al hospital Xeral de Vigo, donde anoche permanecía en estado crítico, pero estable.

SIN CHALECO El ladrón, que asaltó la sucursal gallega con una pistola y tres cargadores, tenía antecedentes penales y fue abatido por el subinspector antes de que cayera herido. La subdirectora del banco también resultó herida leve. El asaltante abandonó el banco con una rehén --una directiva del banco-- cogida por el cuello y se encaró a los dos policías, disparándoles a bocajarro, según diversas fuentes presenciales.

Ni la agente ni el policía herido iban protegidos con chaleco antibalas, según expuso el delegado del Gobierno en Galicia, Santiago Villanueva, en una comparecencia ante los medios. Villanueva explicó que el subinspector seguía "luchando por su vida", mientras que en el caso de la empleada de la sucursal su vida no corre peligro.

El delegado subrayó que por los datos de los que disponen los investigadores solo se tiene constancia de la presencia de un atracador, que iba armado con una pistola cargada del calibre nueve milímetros Parabellum. El ladrón fue abatido mientras se parapetaba tras la subdirectora de la oficina bancaria.

La intención de la Policía es instalar la capilla ardiente de la agente fallecida en la comisaría de Vigo, aunque la decisión final la tomará su familia, a quien el delegado del Gobierno ha trasladado sus condolencias. Villanueva habló de "un día muy duro para Vigo, Galicia y España", y en especial, para las fuerzas y cuerpos de seguridad y para los familiares de los dos policías tiroteados, así como para la empleada del banco. El Ayuntamiento de Vigo decretó dos días de luto oficial por la policía fallecida.