Una mujer de 34 años ahorcó ayer a su hija de 18 meses y se quitó la vida de la misma forma en una finca rústica del municipio mallorquín de Llucmajor después de mantener una discusión con su marido y abandonar con la niña la vivienda familiar, situada en las proximidades de la finca.

Según informó la Guardia Civil, los investigadores que se han hecho cargo del caso descartan la posibilidad de que interviniera una tercera persona en la muerte de la madre y la bebé, que fueron encontradas a primera hora de la mañana por el padre de la niña en una cuadra de una propiedad rural denominada Can Granada.

El martes por la noche, el hombre y su esposa, de nacionalidad española, tuvieron una discusión en la vivienda en la que residían y la mujer abandonó la casa junto con su hija.

Cuando comprobó que su pareja no regresaba con la niña, el padre se puso en contacto con familiares y amigos para tratar de localizarlas y las buscó por el entorno del domicilio.

No fue hasta ayer por la mañana cuando el hombre halló los cuerpos sin vida de la mujer y la niña ahorcados en una edificación abandonada en el terreno rural próximo a su casa.

Los investigadores de la Guardia Civil que se han hecho cargo del caso consideran que la muerte de la madre y su bebé se produjo en la noche del martes, aunque el dato se encuentra pendiente de confirmación en la autopsia que se practicará en el Instituto Anatómico Forense de Palma, donde fueron trasladados los cuerpos.

El Tribunal Superior de Justicia de Baleares confirmó que en los juzgados de violencia contra la mujer de Palma no consta ninguna denuncia por maltrato entre la pareja.

Los agentes que recogieron información sobre el caso no advirtieron ningún indicio de que en la discusión previa entre la mujer y su marido él actuara de forma violenta.