La petrolera British Petroleum (BP) ha llegado a un acuerdo extrajudicial para compensar con 18.700 millones de dólares (16.838 millones de euros) al Gobierno federal de Estados Unidos y a los cuatro estados del sur del país que se vieron afectados por el vertido de millones de barriles de crudo en las costas del golfo de México en el 2010. Aquella fue la mayor catástrofe medioambiental en la historia del litoral estadounidense y, en consonancia, la multa que pagará la corporación tampoco tiene precedentes, según informó el Departamento de Justicia. Los pagos tendrán que desembolsarse durante los próximos 18 años.

La explosión en el pozo Macondo, que hundió la plataforma petrolífera Deepwater Horizon hace poco más de cinco años, causó la muerte de 11 personas y gravísimos daños ambientales en playas, humedales y estuarios de Luisiana, Misisipí, Alabama y Florida. El vertido tardó 87 días en contenerse. Hasta entonces, el chapapote de 3,1 millones de barriles de petróleo empapó el litoral afectando a la flora y la fauna del golfo. En total, se vieron afectados 950 kilómetros de litoral.

El accidente se originó por un problema en las paredes de cemento del pozo, agravado por una serie de medidas de ahorro adoptadas por la compañía que debilitaron el sistema de seguridad de la plataforma.

Esa misma idea la reforzó en septiembre un tribunal, que acusó a BP de gestionar la plataforma de manera "sumamente negligente", abriendo así la puerta a una sanción onerosa. La petrolera ya había pagado hasta la fecha cerca de 28.000 millones de dólares entre costas judiciales y la limpieza del desastre. La nueva multa se repartirá entre el Gobierno federal, los cuatro estados mencionados y cerca de 400 administraciones locales afectadas por el vertido.

Este desenlace supone un nuevo golpe de efecto de Loretta Lynch, la nueva fiscala general de EEUU, la misma que ayer solicitó la extradición de siete directivos de la FIFA acusados de corrupción y que logró que se impusieran multas multimillonarias a varios bancos por manipular el mercado internacional de divisas. Lynch aseguró ayer que el acuerdo servirá para cerrar de forma "justa e integral" las demandas presentadas por las partes y para cubrir los daños originados.

En el juicio, los abogados de BP arguyeron que la compañía no debería pagar más de 2.000 millones de dólares después de que su inversión en las labores de limpieza y las multas pagadas hasta ahora hayan contribuido significativamente a mitigar el desastre ambiental. Pero su consejero delegado, Carl-Henric Svanberg, aceptó ayer la resolución, asegurando que sentará las bases para cerrar el litigio de una vez por todas. Las acciones de la compañía repuntaron el 4% tras conocerse la noticia.

Mucha más satisfacción mostraron los estados implicados. James Caldwell, el fiscal general de Luisiana, el más afectado por el desastre, dijo que el acuerdo es fruto de "cinco años de litigio e intensas investigaciones científicas y proporcionará a su territorio las reparaciones costeras y la compensación que necesita para recuperarse".