El róver Opportunity, de la NASA, no envía señales a la Tierra desde este martes, dos semanas después de que en Marte comenzara una masiva tormenta de polvo que es «una de las más intensas observadas», tal como informó la NASA en un comunicado. Los ingenieros de la NASA asumen que lo que ha ocurrido es que la carga de las baterías de la Opportunity, un róver de 185 kilogramos de masa y más de 15 años de antigüedad que se encuentra en el Valle de la Perseverancia, ha descendido por debajo de los 24 voltios. Por este motivo, creen que el robot ha entrado de forma automática en modo de bajo consumo. Esto significa que la máquina ha apagado todos los sistemas con excepción de un reloj que está programado para tratar de reactivar el róver cada cierto tiempo.

Los científicos creen que a causa de la intensidad de la tormenta es muy improbable que haya suficiente luz solar como para recargar las baterías a través de los paneles solares. Además, existe el riesgo de que el polvo haya cubierto los paneles de forma permanente y de que no se puedan activar los calentadores que impiden que las baterías acaben inutilizadas. De hecho, la última vez que se estableció contacto con el rover su temperatura rondaba los -29 ºC. Se cree que el frío fue el motivo que en 2010 inutilizó al rover Spirit, un gemelo del Opportunity que quedó varado en la arena marciana. En los últimos días, el oscurecimiento de la atmósfera ha dado paso a una noche permanente en el área de operaciones de Opportunity.

ENERGÍA NUCLEAR

Por este motivo, los ingenieros de la NASA tratarán de vigilar los niveles de energía de la nave en los próximos días y buscar posibles alternativas. Además, han pedido apoyo a la Red de Comunicaciones de Espacio Profundo (DSN o «Deep Space Nework») para tratar de establecer contacto. El rover Curiosity, también de la NASA, está sin embargo fuera de peligro porque cuenta con suministro de energía nuclear, aparte de los paneles solares.