El asteroide 2014 JO25, que ayer transitó por las proximidades de la Tierra, es el doble de grande de lo que se pensaba y tiene una forma bilobulada, como dos piedras siamesas, según muestran las primeras imágenes hechas públicas por la NASA.

Fueron captadas con la red de radares de espacio profundo Goldstone, en Barstow (California, EEUU) y tienen una resolución de 7,5 metros por píxel. Imágenes similares también se han obtenido con el radar de Arecibo, en Puerto Rico.

El asteroide JO25, descubierto en mayo de 2014 por astrónomos de el observatorio Catalina Sky Survey, cerca de Tucson (Arizona), se situó en su momento de máxima aproximación (16.24, hora española peninsular) a 1,8 millones de kilómetros, equivalente a 4,6 veces la distancia de la Tierra a la Luna.

Se trata del objeto de gran tamaño (más de cien metros de diámetro) que más se acerca a la Tierra en los últimos 13 años.

En lugar de unos 650 metros de diámetro, estimación obtenida días atrás en función de la luz reflejada, el objeto mide 1,3 kilómetros. Posiblemente ello es debido a que se trata de un asteroide muy oscuro, del tipo C o carbonáceo, con alto contenido en carbono.

El asteroide tiene una estructura «binaria de contacto», como dos lóbulos conectados por una región central, explicó Josep Maria Trigo, investigador del Instituto de Ciencias del Espacio (IEEC-CSIC), de Barcelona. Muy posiblemente se formó por el encuentro a baja velocidad relativa de dos grandes bloques, añade Trigo. Se trata de una estructura relativamente habitual entre los asteroides que recuerda, guardando las distancias, al núcleo del cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko, visitado recientemente por la sonda europea Rosetta.

El mismo asteroide JO25 ya había pasado por las proximidades de la Tierra en otras ocasiones, pero nunca lo había hecho tan cerca en los últimos 400 años y posiblemente no repita un paso similar hasta dentro de cinco siglos. «Durante tres noches todavía se encontrará relativamente cerca y será visible. Luego ya se alejara», concluye el investigador. Según datos de la NASA, no volverá a visitarnos al menos durante los próximos 500.

De los más de 600.000 asteroides de los que se tiene constancia en nuestro sistema solar, unos 12.000 están catalogados como NEO y cerca de 5.000 como PHA, señaló el director del Planetario de Pamplona, Javier Armentia.

A estos últimos cuerpos se les hace un seguimiento más estricto y se evalúan las probabilidades de impacto para los próximos cien años. Hay diferentes escalas que miden el peligro de uno de estos asteroides, como la Escala de Turín (con diez niveles), que tiene en cuenta el tamaño y la cercanía. Desde el año 2000, ningún asteroide ha sobrepasado el nivel 1, según Armentia.