Andreas Lubitz tenía problemas de visión que podrían haber puesto en peligro su trabajo, según informó ayer 'The New York Times'. Según el rotativo, que cita dos fuentes, Lubitz buscó tratamiento para esas dificultades. Por ahora, no está clara la seriedad de su problema visual, pero las autoridades no han descartado que fuera psicosomático.

El periódico neoyorquino, que fue el que desveló que el copiloto bloqueó la puerta de acceso a la cabina, recuerda que la última evaluación a Lubitz se produjo el 10 de marzo en la Clínica Universitaria de Düsseldorf. Una portavoz del centro no quiso ratificar este punto por una cuestión de privacidad. La clínica calificó de "incorrecto" que Lubitz fuera tratado ahí por depresión.