Giro de guion inesperado en el caso de la violación de una mujer de Gandía que tanta indignación había levantado desde que se conoció el caso. La víctima había denunciado que había sido agredida sexualmente por un hombre y que ninguno de los otros cinco inquilinos que se encontraban en la casa habían intervenido para impedirlo, ignorando los gritos de auxilio que pedía.

Dos días después, sin embargo, esta mujer cambió su versión de lo sucedido. Ante el juez que instruye esta causa declaró, según recogen los autos, que en realidad puso una «denuncia falsa por celos». Los seis hombres de entre 29 y 52 años, de origen paquistaní, cubano y argelino, quedaron en libertad.

Fueron arrestados por agentes del Cuerpo Nacional de Policía (CNP). A ellos la mujer les explicó que se encontraba retenida en un domicilio de Gandía que compartía con los seis hombres. Los policías detuvieron a uno como presunto autor de agresión sexual y a los otros, por omisión del deber de socorro.

Los seis hombres injuriados están en manos de los abogados América 4 de Valencia, un gabinete que interpondrá una demanda civil contra la joven por haberles privado de libertad durante 48 horas.

UN AÑO DE CÁRCEL

La mujer ya ha sido condenada a un año de cárcel por la denuncia falsa, a través de un juicio rápido que se celebró contra ella tras revelar lo que había ocurrido en realidad. Esta pena, sin embargo, quedó finalmente rebajada a una multa económica dado que no tenía antecedentes penales.

En su primera declaración a la Policía, la joven había dicho que había sido agredida sexualmente por uno de sus compañeros de piso y que, a pesar de pedirle que la dejase salir, este se lo impidió. También denunció que los otros hicieron caso omiso a sus gritos de auxilio, por lo que también fueron detenidos, en este caso como presuntos autores de un delito de omisión del deber de socorro.

Las detenciones se habían producido gracias a la colaboración ciudadana, ya que los agentes fueron alertados por teléfono por unos vecinos para que se dirigieran a esta vivienda de Gandía porque una joven estaba retenida dentro y los moradores no la dejaban salir, según informó en un primer momento la Jefatura Superior de Policía.

Cuando los agentes llegaron, en un principio nadie les abrió la puerta, pero instantes después la joven salió en estado de nerviosismo. Al preguntarle los agentes si había tenido algún problema, hizo un gesto negativo con la cabeza y comenzó a mirar hacia el interior del domicilio, momento en que se percataron de la presencia de varios hombres en el interior.