Al menos cinco ciudadanos tunecinos murieron ayer al naufragar la embarcación con la que trataban de llegar de forma irregular a la isla italiana de Lampedusa, informaron fuentes de la Marina local tunecina. Las víctimas mortales viajaban con otros 49 compatriotas, que pudieron ser rescatados a escasas millas de la localidad turística de Monastir, en el este del país. La costa sur de Túnez ha visto incrementar en los últimos meses el tráfico de barcos con inmigrantes ilegales, que no solo llevan a subsaharianos y árabes procedentes de Oriente Medio que huyen de la guerra, sino también a sus propios nacionales.

Las ciudades de la frontera con Libia, como Zarzis o Ben Guerda, e incluso la isla de Yerba, son lugares de concentración de inmigrantes, que habitualmente pagan por cruzar de forma irregular y sumarse a los botes que salen de ese país con rumbo a la cercana isla italiana de Lampedusa.