¿Alguien puede creer que decir: «53 asesinadas por violencia de género machista en lo que va de año, pocas me parecen con las putas que hay sueltas», es para sensibilizar contra estos asesinatos? Es lo que intentó Berenguer Jordi Moya Hernández, de 21 años, durante el juicio que se celebró en la Audiencia Nacional. El tribunal le condenó a dos años de cárcel por un delito de enaltecimiento del terrorismo y otro de incitación al odio.

La sentencia, de la que ha sido ponente la magistrada Teresa Palacios, afirma que el tribunal se quedó «perplejo y demudado» cuando oyó la explicación del joven. «Difícilmente, por no decir imposible de sostener, y menos aun hacer creer, que el texto empleado por el acusado en los mensajes relativos a mujeres fuera para llamar la atención sobre la violencia a las mismas, cuando lo que revelan es todo menos una preocupación, existente en la sociedad en todas sus esferas, que comparta el acusado», precisa el texto. Moya Hernández, a través de dos cuentas en Twitter en las que contaba con 2.000 seguidores, fue juzgado por varios tuits, en los que decía, además de la frase anterior: «Y 2015 finalizará con 56 asesinados, no es una buena marca pero se hizo lo que se pudo, a ver si en 2016 doblamos esa cifra, gracias», «Ya tengo los explosivos preparados para esta noche liarla en Sol, Feliz Año, Alá es grande» y «Ahora solo falta un atentado en Madrid, unos cuantos españoles muertos y un 2015 de puta madre». Tras serle cerrada la primera cuenta, a través de la segunda siguió «denigrando al colectivo de mujeres» e incitando a la «afrenta y ataque físico a estas».