Las oenegés han celebrado el auto de la Audiencia provincial de Cádiz que ordena la reapertura de la investigación sobre la muerte de 15 inmigrantes en febrero de 2014 en la frontera de Ceuta tras una polémica intervención de agentes antidisturbios de la Guardia Civil, que intentó repeler la entrada de inmigrantes a nado doblando un espigón disparando bolas de goma. El auto carga contra la instrucción realizada, que «no alcanza los grados de suficiencia y eficacia exigibles» y critica que «nada excusa la dejadez o tibieza». «La instructora podrá replantearse en cualquier caso la necesidad de agotar otras fuentes de indagación no contempladas hasta ahora», concluye.

En el fallo, la Audiencia acepta íntegramente los recursos presentados contra el sobreseimiento provisional de la causa que realizaron la Asociación Coordinadora de Barrios para el Seguimiento de Menores y Jóvenes, la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y la Asociación Observatori de Drets Humans (DESC). Hasta ese momento, la instrucción investigaba los posibles delitos de homicidio, lesiones imprudentes y prevaricación y mantenía imputados a los 16 agentes que participaron en la operación.

En octubre de 2015, el juzgado de Primera Instancia número 6 decidió archivar la causa al entender que no quedaba probado el uso indebido del material antidisturbios de los que se sirvieron para repelar el intento masivo de entrada en España, «ni siquiera a título de imprudencia». Y recordaba la inexistencia de un protocolo específico para el uso de este material en el medio acuático.