Una simple jornada de convivencia de musulmanes y otros credos en Granada, que concluyó el sábado con el rezo público colectivo en una plaza de la ciudad justo antes de romper el ayuno del Ramadán, ha generado una enorme polémica en la ciudad. Decenas de ciudadanos católicos, ofendidos por semejante acto, celebraron este martes un «rosario» de desagravio al reprochar que el rezo musulmán se realizó en un lugar de «especial simbología católica» como es la plaza del Triunfo, presidida por un monolito con una virgen. El arzobispado había desautorizado la propuesta, que corrió como la pólvora por las redes sociales, e hizo este recordatorio a los parroquianos: «Los cristianos no hacemos desagravios por la oración de fieles de otras confesiones».

Todo empezó el pasado sábado. Días antes, el ayuntamiento autorizó un acto público de la comunidad musulmana en la ciudad e incluso colocó una pancarta en castellano y árabe deseando a la numerosa colonia musulmana de la ciudad un «feliz Ramadán». El acto transcurrió sin incidentes, aunque la repercusión no fue la esperada. Desde el propio ayuntamiento, un diputado nacional de Ciudadanos por Granada, Luis Salvador, reprochó que el consistorio hubiera cedido un espacio público para semejante actividad.

Sus quejas se sumaban a la de otros católicos de la ciudad, que en vísperas de la procesión del Corpus Christi no veían con buenos ojos dicho rezo musulmán a los pies de una imagen de la virgen, aunque fuera un espacio público. El grupo municipal del PP dijo respetar todas las creencias, pero lo consideró un «agravio e insulto», reprochando al alcalde Francisco Cuenca (PSOE) «un patinazo político» semejante. La noticia prendió en las redes sociales y rápidamente se organizó un acto de desagravio: el rezo multitudinario de un rosario en el mismo lugar. El arzobispo se descolgaba de la misma, A pesar de ello, 300 personas se plantaron el martes a rezar.