El papa Francisco ha reconocido como mártires a siete religiosos muertos el 29 de septiembre de 1936, durante la Guerra Civil española, informó hoy el Vaticano.

Se trata de siete misioneros del Sagrado Corazón de edades comprendidas entre los 20 y 28 años que fueron ejecutados en Seriñá (Gerona).

La declaración de martirio fue promulgada por la Congregación de la Causa de los Santos, a cuyo prefecto, cardenal Angelo Amato, recibió hoy el papa Francisco.

Los misioneros muertos fueron Antonio Arribas Hortigüela, Abundio Martín Rodríguez, José Vergara Echevarría, Joseph Oriol Isern Massó, Gumersindo Gómez Rodrigo, Jesús Moreno Ruiz y José del Amo del Amo.