Los productores están de acuerdo en que debe ser una prioridad atajar el consumo del alcohol en menores, pero niegan que una subida más fuerte de impuestos sirviera para lograrlo. Algunos de los sectores no se cierran, sin embargo, a la implantación en España del precio mínimo. Es un sistema que frena la compra de los menores, con escaso poder adquisitivo, sin que las cuentas de las compañías se resientan. El margen diferencial se lo quedan ellas, y no el Estado a través de las tasas.

El catalán Pau Roca, secretario general de la Federación Española del Vino (FEV), comparte la idea de que “un alcohol más caro limita el acceso a los menores” pero cree que “la vía a explorar es la del precio mínimo”, porque la subida de impuestos aumenta el precio a todos los segmentos de consumo, incluidos los que no son problemáticos, y a la larga lo que consigue es que “baje la recaudación”.

Curiosamente, son los vinateros los que han recurrido ante los tribunales el primer intento de implantar un precio mínimo, el de Escocia. Según Roca, se debe a que allí los impuestos ya son muy altos. “El precio mínimo perjudica al sector vinícola español porque limita la baza que tenemos para competir con los exportadores franceses: el precio”, justifica.

EL MODELO NÓRDICO

"Los países de la Unión Europea donde los impuestos son más altos, como en los países nórdicos, son los que tienen una mayor problemática relacionada con el alcohol. Los datos son muy claros. Es un modelo fracasado, que lo único que hace es estigmatizar al adicto". Es la opinión de Bosco Torremocha, el directo ejecutivo de la patronal del único sector que en España paga realmente impuestos especiales, el de las bebidas alcohólicas de alta graduación. "Si se traslada a España el modelo nórdico, el botellón aumentaría porque crecería el fraude y caería el consumo en hostelería, que es donde “tiene lugar un consumo social responsable”, sostiene.

A esto, los epidemiólogos responden que precisamente en los países nórdicos el problema era mucho mayor en el siglo pasado pero la situación ha mejorado gracias a las políticas de restrictivas. Habría que contrastar los argumentos y los datos.

HARTOS DE SER LOS PAGANOS

La organización que representa Torremocha, la Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE), mostró el viernes su enfado porque el aumento del 5% se haya cebado una vez más en ellos. "Las bebidas espirituosas representan sólo el 6% de los litros de bebidas alcohólicas consumidos y, sin embargo, recaudan más del 75% del total", señalaba en un comunicado donde se traslucía que ya están hartos de ser los únicos paganos del sector.

“Quien quiere abusar del alcohol abusa igual, independientemente del precio”, opina Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España, para quien en su sector la subida impositiva “solo beneficia a las marcas blancas”. Respecto al precio mínimo, no se cierra en banda. “No podemos opinar porque ningún país lo ha puesto en marcha aún”, señala. En Escocia acaba de implantarse y en Irlanda está en fase de proyecto de ley.