SACERDOTE Y SOCIÓLOGO

FALLECIÓ EN ZARAGOZA A LOS 66 AÑOS

Me he levantado con una mala noticia, la muerte de Pepe Nerín. Digo "mala" para nosotros: familiares, amigos y compañeros de pan y vino, del tiempo que pasa día tras día y de la tradición que nos lleva, del gozo y la esperanza y de los malos tragos... ¿Lo hemos perdido? Pienso que él diría que no. Y yo creo sinceramente que solo se pierde para nosotros y para este mundo, si no sembramos el recuerdo y la esperanza que nos lega.

Pepe Nerín Baselga, sacerdote y sociólogo residente en Zaragoza desde hace más de 30 era párroco de la parroquia Madre de Dios de Begoña y profesor de Sociología en el Centro Regional de Estudios Teológicos de Aragón (CRETA). Reducido su cuerpo a cuatro paredes y últimamente a las cuatro esquinas de su cama por un cáncer de cólon, se mantuvo en comunicación virtual ( www/pepenerin.net) con todo el mundo; en comunión virtuosa con sus feligreses, comunidades de base y movimientos cristianos, y activo como profesor a distancia hasta el mes de septiembre para sus alumnos.

Pepe nació en Barbastro (1946), hijo varón del que era a la sazón alcalde de esa ciudad y --como escribía en la web, que recomiendo-- como miembro de una familia que "funcionaba". Entró en el Seminario de Barbastro en septiembre de 1963, cuando estaba a punto de cumplir 17 años, y tres años más tarde en el de Zaragoza. En 1969 marcha a Innsbruck a terminar Teología, y a Roma en 1971 para estudiar sociología en la Gregoriana. Estuvo dos cursos en el Colegio Español. Y fue ordenado sacerdote el 27 de diciembre de 1973 por el obispo de Barbastro, monseñor Damián Iguacen, no obstante un informe desfavorable del rector del Colegio Español de Roma. Por entonces yo ya me había secularizado y estaba en Roma estudiando filosofía, que convalidé después en Valencia. Creo que fue allí donde conocí a Pepe Nerín gracias a Bernardo Bayona, con quien compartía piso en los bajos de una casa de la Vía Pompei. Después de pinchar en la burbuja del Colegio Español donde se habían metido, un pequeño grupo de disidentes entró en Italia y aprendió en italiano que "la libertà non è stare sopra un albero; non è neanche il volo di un moscone; la libertà non è uno spazio libero: libertà è partecipazione"

Su primer destino como cura fue Laspaules y,después, La Espuña . En septiembre de 1978 se trasladó a Zaragoza, donde comienza su actividad sociológica. Después de pasar por la parroquia de la Magdalena y de San Agustín, ha terminado con más de veinte años de servicio en la de Begoña.