Las pipas de agua son tan nocivas como fumar cigarrillos, ya que pueden causar cáncer, enfermedad pulmonar obstructiva crónica (epoc) e infecciones, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ), que asegura que contienen una concentración de nicotina por gramo similar al tabaco y también generan dependencia o adicción a la nicotina.

Según informó la Separ en una nota, las pipas de agua son un riesgo para la salud de fumadores activos y pasivos y en ningún caso pueden considerarse una alternativa segura al tabaco, puesto que una sesión típica con este método de fumar equivale a inhalar 200 veces el humo de un cigarrillo y este humo presenta los mismos niveles altos de C0, metales pesados y cancerígenos que el de un cigarro. Por lo tanto, son un factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades pulmonares o cáncer.

Además, se ha comprobado, según la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica, que otras fuentes de calor, como la madera o el carbón, contienen sus propios tóxicos; compartir su boquilla entraña riesgo de infecciones; y no están provistas de ningún sistema que las haga más seguras. Desde Separ indican que "deben estar sujetas a una regulación similar a los productos del tabaco".

El uso de las pipas de agua se está convirtiendo en una tendencia entre los jóvenes, y las fuman estudiantes universitarios o de bachillerato. En el último Eurobarómetro sobre actitudes de los europeos frente al tabaco y los cigarrillos electrónicos, del 2017, al menos uno de cada tres europeos de entre 15 y 24 años (el 28%) afirma haber probado fumar en pipa de agua alguna vez; y, en general, el 13% de los europeos se declara fumador en pipas de agua, mientras que en España hay un 2% de fumadores en pipas de agua.