Todo parece indicar que el PP no va a proponer regular la gestación subrogada en su congreso del próximo fin de semana, pese a que importantes barones del partido han apoyado que se dé una salida a los padres que se ven obligados a recurrir al llamado vientre de alquiler. El portavoz conservador, Pablo Casado, señaló ayer que el cónclave popular no es «el mejor foro» para debatir determinados asuntos «de mucho calado», y por ello ha apostado por que la dirección del partido busque un «posicionamiento común» con una redacción que admita que «estas realidades suscitan debate» y deje su concreción para el parlamento nacional o autonómico o los comités de bióetica.

De ser así, la pretensión del presidente de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, quien apoya una de las enmiendas a favor de la maternidad subrogada, y de otros como la madrileña Cristina Cifuentes caería en saco roto. Es un tema que divide al PP, puesto que el sector más conservador, que se opone también al aborto, es contrario a la regulación, de ahí que la dirección del partido pretenda alcanzar una posición unitaria en el congreso, aunque esto suponga no definirse en exceso. Ante las tensiones que generan estos y otros asuntos sociales en su seno, el PP aceptará la enmienda que reclama que sus parlamentarios puedan votar en conciencia determinadas cuestiones.