A plena luz del día, sin importar los bañistas y esquivando a los barcos de recreo o las tablas de 'paddel surf'. Los narcos han vuelto a campar por sus anchas en el Campo de Gibraltar aprovechando que los efectivos policiales están volcados en atender la presión migratoria en la zona. “Hemos llegado a contar hasta ocho ‘gomas’ (narcolanchas) llegando a las costas para desembarcar la droga en un mismo día, pero nada se podía hacer al no haber agentes en tierra para frenarlos”, relatan desde el Sindicato Unificado de Policía (SUP). Las organizaciones policiales se quejan además de que el prometido aumento de refuerzos dentro del plan especial para combatir el narcotráfico en la comarca no es tal, y que muchos de los efectivos que están llegando se destinan a labores de vigilancia de instalaciones o incluso a la Operación Paso del Estrecho, pero no a seguridad ciudadana.

“El narco ahora es secundario, y ellos lo saben y se aprovechan”, lamentan. Inmigración y narcotráfico son los dos grandes problemas de la zona, y cuando uno repunta, el otro queda al descubierto. Y desde el mes de julio, con picos de hasta 800 personas diarias colapsando comisarías, polideportivos y muelles, la prioridad está clara. Los agentes tienen que atender y vigilar las instalaciones donde se acogen a los inmigrantes, como el CATE de San Roque, dejando de patrullar las calles. Una "leyenda urbana", según el delegado del Gobierno en Andalucía, Alfonso Gómez de Celis, quien defendió que al concentrar la atención a los migrantes en ese punto se podían liberar más efectivos. Pero los sindicatos policiales insisten en que todo “está supeditados a la inmigración irregular”, lo que deja las puertas abiertas a los narcos.

Los sindicatos policiales cuestionan además la puesta en marcha a finales del pasado mes de julio del plan especial contra el narcotráfico, que dio ánimos a policías y guardias civiles al ver recogidas gran parte de sus reclamaciones históricas, como el aumento de plantilla o la mejora de los medios materiales. Se incluía una partida de urgencia para la adquisición de nuevos vehículos todoterreno, capaces de resistir mejor una embestida de los narcos o de poder perseguirles por la playa, pero que "no sabemos aún dónde están". “Falta personal, pero también previsión de las jefaturas”, reprochan, recordando que la presión migratoria y la necesidad de atenderles se intuía desde comienzos de año.

Nuevos agentes que ya están

La Delegación del Gobierno en Andalucía anunció la semana pasada 166 nuevos efectivos de Policía Nacional, aumento que serviría para completar el desfasado catálogo de plantilla. El estupor entre los sindicatos surgió al comprobar que incluía a agentes en prácticas, 40 en Algeciras y 12 en La Línea, que no son aún policías y que en seis meses marcharán a completar su formación. También recogía a 35 agentes que ya están sobre el terreno en comisión de servicio y destinados a la Operación Paso del Estrecho. “Con esos números, la realidad es que solo vendrán 50 efectivos a Algeciras y otros 14 en La Línea, nada de 166”, reprochan desde el SUP. En el caso de la Guardia Civil, solo llegará un nuevo agente a La Línea y Otro a San Roque. “Presumen de haber incautado 6.020 kilos de hachís desde la puesta en marcha del plan, pero sería mucho más si se hicieran las cosas bien”.