La empresa Uralita deberá indemnizar con más de 2 millones de euros a 39 vecinos y trabajadores de otras compañías del entorno de esta fábrica de Cerdanyola del Vallès por los problemas de salud que les acarreó la producción de amianto. Así lo establece la Audiencia de Madrid, en una sentencia que admite el impacto sobre la salud del asbesto en personas que no tuvieron una relación laboral directa, lo que se identifica como afectados pasivos ambientales.

Hasta ahora, la justicia solo reconocía como afectados a trabajadores y a familiares de dichos empleados que pudieron tener relación con las fibras del amianto por actividades como lavar ropa que estuviera contaminada.

El fallo condena a Uralita a indemnizar con más de 2 millones de euros a 39 personas afectadas de Cerdanyola y Ripollet -representadas por el Col·lectiu Ronda-,que vivían o trabajaban cerca de la empresa. El juez estima que la compañía no actuó "con la diligencia exigible al hacer emisiones sin el control adecuado al ambiente exterior de fibras de amianto de su explotación industrial".