La Audiencia Nacional confirmó ayer la prisión de Diego Cruz, uno de los agresores sexuales más buscados en México del denominado clan de los Porkys, acusado de la violación de una menor en aquel país en el 2015.

Cruz alegó ante la justicia española que no participó en el delito que se le imputa en su país, al que se negó a ser extraditado. Negó haber huido de la justicia cuando se le detuvo en Madrid el pasado día 10, sino que había abandonado el país centroamericano para hacer un curso en la Universidad Europea y que, de hecho, tiene domicilio conocido en una residencia de estudiantes de la capital española.

Sin embargo, la sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional cree, en línea con la fiscalía, que "los hechos demuestran" que sí hay riesgo de fuga, ya que abandonó México "pese a tener conocimiento de que existía un procedimiento judicial contra él mismo por hechos muy graves".

Ello provocó que el pasado 6 de abril el juzgado tercero de primera instancia de Veracruz emitiera una orden de detención internacional, recuerda el tribunal, que añade que "no consta que esas fechas iniciara actividad académica alguna".

La joven Daphne Fernández denunció que había sido atacada sexualmente por Diego Cruz, junto con Enrique Capitaine, hijo del exalcalde de Nautla (Veracruz), Jorge Cotaita y Gerardo Rodríguez, cuatro jóvenes adinerados que gozaban de influencias y conocidos como Los Porkys de Costa de Oro.

En enero del 2015, la menor Daphne Fernández acudió a una discoteca de Boca del Río (Veracruz, México), cuando fue asaltada por los cuatro jóvenes y violada en un Mercedes negro.