Charlie, el protagonista del libro de Roald Dahl 'Charlie y la fábrica de chocolate', debía ser originalmente un niño negro. Sin embargo, el agente del escritor le convenció de que no era una buena idea, con lo que el personaje finalmente quedó blanqueado, según ha explicado la viuda de Dahl, Liccy Dahl, en una entrevista en BBC Radio 4. "Es una lástima", ha añadido.

Aunque Liccy Dahl dijo no conocer el motivo del cambio, el biógrafo del escritor Donald Sturrock, entrevistado también en el mismo programa dedicado al aniversario del nacimiento de Dahl, precisó que el cambio fue a propuesta de la agente literaria del escritor, quien planteó que un héroe negro no sería bien recibido por los lectores.

Según la viuda de Dahl, la situación en EEUU (en pleno debate sobre los derechos civiles) pudo influir en la decisión del escritor de identificar como un niño negro al protagonista del libro, publicado originalmente en 1964. El libro fue adaptado a la gran pantalla en dos ocasiones, en ambas con un protagonista blanco (en la primera de ellas, con el título de 'Willy Wonka y la fábrica de chocolates', de 1971, Charlie era un niño rubio como en las ilustraciones originales de Quentin Blake, y en la segunda, la de Tim Burton del 2005, igualmente blanco pero con el pelo oscuro).

Sin embargo, esta no es la única cuestión en torno a la raza que ha afectado a este clásico de la literatura infantil y juvenil. La descripción de los Oompa Loompas como pigmeos traídos de la selva africana para trabajar en la fábrica de Willy Wonka alertó en 1970, cuando la película protagonizada por Gene Wilder estaba en proyecto, a la Asociación Nacional por el Progreso de la Gente de Color (NAAPC), por el paralelismo que podría reflejar respecto a la esclavitud de afroamericanos. Dahl modificó el libro para convertir a esos pequeños seres en enanos blancos procedentes de un país imaginario. Los realizadores fueron aún más radicales a la hora de modificar los colores de estos personajes: les adjudicaron una tez naranja y un pelo verde.

Preguntada en la entrevista de la BBC sobre si estaría de acuerdo con rechacer la historia y devolver a Charlie su tez oscura, la viuda de Dahl respondió que "sería bonito". El ilustrador Quentin Blake, cuyos dibujos han quedado identificados con la obra de Dahl, ha celebrado la noticia: "¡Un nuevo personaje de Roald Dahl que dibujar, casi 40 después del primero!

Con todo, la viuda de Dahl ha confesado que no es Charlie su personaje favorito, sino James, de 'James y el melocotón gigante', mientras que el del propio autor quizá fue el gigante de 'El buen amigo gigante'.

La figura de Dahl fue también controvertida por sus opiniones sobre los judíos. Dahl se declaró como antiisraelí, pero al menos en una ocasión añadió que había llegado también a "convertirse en antisemita". "Hay un rasgo en el carácter judío que provoca animosidad, quizá una especie de falta de generosidad hacia los no judíos", declaró en otra ocasión.