El presidente ruso, Vladímir Putin, aseguró ayer que Rusia no tiene nada que ver con el ciberataque global que ya ha afectado más 200.000 ordenadores en al menos 150 países, y acusó a los servicios secretos de Estados Unidos de ser «la fuente primaria del virus». «Creo que la dirección de Microsoft ha señalado a los servicios secretos de EEUU como la fuente primaria del virus. Rusia no tiene nada que ver con esto», dijo Putin en conferencia de prensa en Pekín, donde participó en el Foro de las Nuevas Rutas de la Seda. Las instituciones públicas rusas «no han sufrido daños importantes, ni los bancos, ni el sistema sanitario ni otros, aunque en general, no hay nada de bueno en esto y es preocupante», subrayó en alusión a los efectos del ciberataque.

Hubo quien puso en duda estos argumentos. Rod Soto, secretario de Hack Miami, una comunidad de hackers éticos del sur de Florida (EEUU), declaró ayer a Efe que no duda de que Rusia es «parcialmente responsable» del ciberataque. Soto dijo que fue el grupo The Shadow Brokers, piratas informáticos «vinculados al Kremlin», el que publicó un código que figuraba en archivos de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA) de Estados Unidos que fueron pirateados. En respuesta a la afirmación de Vladímir Putin de que el origen primario del ataque es la NSA, indicó que si bien esa agencia posee parte del código de explotación desde hace tiempo, nunca pasó nada hasta su publicación por parte de The Shadow Brokers.

MÁS PROBLEMAS EN ASIA / Asia sufrió ayer nuevos estragos por el ciberataque mundial en medio de las recomendaciones de los expertos para que se refuerce la seguridad y el anuncio de China sobre una nueva versión del virus.

Esa mutación del virus WannaCry, descubierta en China, consiguió burlar allí las medidas implantadas tras el primer ataque, que ya ha afectado a unas 30.000 empresas e instituciones educativas del país.

Ante esta situación, Pekín alertó de los «desafíos sin precedentes» a la seguridad informática causados por WannaCry, que limita o impide a los usuarios el acceso al ordenador o a ficheros a menos que paguen un rescate,

Un análisis de la compañía de antivirus Qihu 360 cifró en 29.372 los ordenadores chinos infectados. En Japón cayeron bajo al influencia del virus alrededor de 2.000 ordenadores de unas 600 empresas, entre ellas la tecnológica Hitachi y el fabricante automovilístico Nissan.

Mientras tanto, la Sanidad británica evaluaba ayer el impacto del ciberataque y pedía a los pacientes que no anulen de momento sus citas médicas. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido sufrió cancelaciones de intervenciones quirúrgicas y hubo que retrasar citas y desviar ambulancias.

En Francia, mientras tanto, el fabricante automovilístico Renault reanudó ayer la actividad en todas sus plantas.