El juzgado de instrucción número 4 de Lleida ha acordado suspender cautelarmente las licencias de armas y de caza a Miguel Ángel F.S., el dueño de la escopeta con la que su amigo Ismael Rodríguez terminó asesinando a dos agentes rurales el pasado 21 de enero en Aspa (Lleida).

A través de su cuenta de Twitter, la Asociación Profesional de Agentes Rurales de Cataluña ha informado de que este juzgado ha aceptado estas medidas cautelares solicitadas por el letrado de la Generalitat en representación del Departamento de Agricultura.

El colectivo de Agentes Rurales había denunciado que esta persona seguía cazando a pesar de que su arma fue la que se usó en ese crimen.

La Guardia Civil obliga a los propietarios de armas con licencia caducada a depositarlas en sedes policiales mientras se tramita la renovación del permiso. Sin embargo, existe una triquiñuela bastante conocida para fintar esta obligación: acudir a una armería para cambiar el nombre del propietario del arma. Así Ismael Rodríguez, el cazador de 28 años de Vacarisses que disparó contra los agentes rurales, eludió desprenderse de la escopeta porque su amigo, Miguel Ángel, con la licencia vigente, accedió a simular que se la compraba. La idea era regresar a la armería cuando hubiera renovado el permiso para cambiar de nuevo el nombre del propietario.

A finales de febrero, Miguel Ángel F.S. quedó en libertad con cargos tras declarar ante el juez que investiga el asesinato de los dos agentes a manos de Ismael Rodríguez, el cazador de 28 años vecino de Vacarisses (Barcelona), que confesó el crimen.