Las principales becas que permiten que jóvenes investigadores realicen su doctorado en una universidad o centro científico, el primer e indispensable peldaño de la carrera investigadora en España, han sufrido un notable varapalo por parte del Gobierno de Mariano Rajoy. O bien se han reducido en número, que es lo que sucede con el programa FPU, o bien acumulan grandes retrasos en los pagos, que es lo que le pasa al FPI. Los afectados son 1.300.

Los becarios de doctorado --investigadores en formación-- no son estudiantes que pasan unas horas en un laboratorio, sino licenciados o ingenieros de entre 23 y 28 años que trabajan a tiempo completo cobrando un sueldo mileurista. Las ayudas, de tres o cuatro años según el programa, se ganan en un concurso con evaluación independiente.

Las FPI (Formación de Personal Investigador), que concede el Ministerio de Economía, son las becas más numerosas. El 26 de julio se publicaron los resultados del proceso selectivo, lo que presuponía que los 1.020 seleccionados se incorporarían a los centros asignados en septiembre y ese mismo mes empezarían a cobrar, pero no ha sido así. Ya llevan tres meses sin sueldo. Y en el mejor de los casos --si el dinero se garantizara esta misma semana-- posiblemente no cobrarían hasta febrero debido a la farragosa burocracia.

El problema es especialmente urgente para los investigadores que ganaron una plaza FPI fuera de su ciudad. La psicóloga Irene Pericot, de 27 años, ganó una beca para incorporarse a la Universidad de Oviedo. "Estudio tratamientos frente al tabaquismo y otras adicciones. Quise ir a Asturias porque sabía que allí había un grupo muy potente". Los 300 euros que cobra del paro gracias a un trabajo anterior (era profesora asociada en la universidad) no le dan ni para el alquiler. "Aguantaré hasta que se me acaben mis pocos ahorros".

Otro problema es que los equipos a los que han sido adscritos tenían un calendario pactado que no se puede demorar. Así pues, algunos se han debido incorporar sin cobrar. Por ejemplo, la bióloga mallorquina Marta Albo, que ganó una beca FPI en el Instituto de Ciencias del Mar (ICM), del CSIC, explica: "Yo investigo sobre la ecología de pequeños peces pelágicos, como la sardina y el boquerón. Y las campañas marítimas están planificadas y no pueden demorarse. Me han hecho un seguro para no estar de forma irregular".

PROYECTOS EN MARCHA Otros no han podido incorporarse, ni siquiera trabajando gratis, por lo que sus grupos de acogida sufren un retraso de meses en la ejecución de los proyectos. El ministerio, en una nota remitida a los afectados, asegura que está haciendo "los máximos esfuerzos para proceder a la resolución de las ayudas FPI" y atribuye el problema a "trámites ajenos", concretamente a "la recepción del informe favorable del Ministerio de Hacienda para la concesión de subvenciones a las comunidades autónomas que han incumplido su objetivo de estabilidad presupuestaria".

Las FPU, que concede el Ministerio de Educación, han sufrido en su convocatoria del 2012, y cuando el proceso de concesión estaba ya muy avanzado, un recorte del 15%. El Boletín Oficial del Estado publicó el pasado día 12 una resolución que dejaba el número de becas en 800, en lugar de las 950 que inicialmente se habían anunciado. Los presupuestos para este programa se han quedado en 59,5 millones, frente a los 72,4 iniciales.