Un internauta ha iniciado una recogida de firmas a través de la plataforma change.org para que la nueva versión del Ecce Homo de Borja, en Zaragoza, se mantenga tal y como la vecina del pueblo lo ha restaurado. Hasta el momento, esta petición ya ha conseguido más de 1.500 firmas de los internautas para mantener esta nueva versión.

La restauración que Cecilia Gimenez, una vecina de la localidad de Borja (Zaragoza), ha realizado del Ecce Homo pintado sobre uno de los muros de la iglesia del Santuario de Misericordia se ha convertido en el tema principal tanto en los medios de comunicación como en Internet y las redes sociales esta semana. La mujer de 80 años decidió por su propia cuenta restaurar la pintura y el resultado no ha sido del agrado de la mayoría.

Durante esta semana muchos han sido los detractores de lo que la mujer ha realizado con la pintura pero en Internet ya se pueden encontrar apoyos para esta vecina de Borja. A través de la plataforma change.org se ha iniciado una recogida de firmas para dejar tal y como está ahora mismo la pintura del Santuario de Misericordia.

Esta recogida de firmas, dirigida al Ayuntamiento de Borja y encabezada por el internauta Javier Domingo, busca mantener tal y como Cecilia Gimenez restauró, desde su buena voluntad, la obra del artista Elías García Martínez.

Según la petición, el "osado" trabajo realizado por esta vecina de la localidad "supone un inteligente reflejo de la situación política y social de nuestro tiempo", además de "combinar inteligentemente el expresionismo primitivo de Francisco de Goya, con figuras como Ensor, Munch, Modigliani o el grupo Die Brücke, perteneciente a la corriente artística del expresionismo alemán". Por este motivo, piden que se mantenga la pintura tal y como está en la actualidad.

Hasta el momento esta petición ya ha conseguido más de 1.500 firmas. Algunos de los usuarios que han firmado esta petición también han expuesto sus razones de por qué debe dejarse así la pintura en la página.

Trabajo, ilusión y de

"Porque el trabajo y la dedicación de esta señora, su ilusión y devoción, tienen tanto valor o más como las del autor de la primera obra. Su originalidad y valentía supera con creces el valor de la obra anterior cuya nula aportación al mundo del arte la hace totalmente prescindible", asegura la usuaria Laura Gómez Salazar.

"Ni Damien Hirst en sus mayores sueños hubiera imaginado tal repercusión mediática. Esta obra aglutina casi todas las tendencias del arte de vanguardia de una sola tacada", afirma la usuaria Alegría Lacoma Lanau.