La condena de 480 euros a un joven por subir a Instagram un fotomontaje de su cara integrado en el cuerpo del Cristo de la Amargura ha sacudido este jueves las redes sociales, que han protestado por una decisión del Juzgado de lo Penal número 1 de Jaén que no consideran justa.

El condenado, Daniel Serrano, admitió los hechos y ahora no sabe cómo va a pagar. "El juicio me va a costar diez jornales de aceituna. Está claro que no lo volvería a hacer, pero me sigue pareciendo una barbaridad", dice este joven de 24 años. Serrano reconoce que siguió los hechos aconsejada por su abogada: "Me dijo que era lo mejor, que si no lo hacía podía ser condenado a pagar mucho más dinero. Decidí no arriesgarme", cuenta a 'Diario Jaén'.

Muchos ciudadanos se han solidarizado con el muchacho, ante lo que consideran un claro ataque a la libertad de expresión: el 'efecto Bárbara Streisand' (intento de censura que termina con una difusión masiva) fue de libro. Así, ha habido quien ha emulado la acción del condenado:

Otros han bromeado con la polémica, introduciendo incluso las caras de algunos políticos:

Críticas de Podemos

La portavoz de Unidos Podemos en el Congreso, Irene Montero, ha calificado de "vergüenza nacional" la multa. "Pensamos que perseguir, como hace el PP, la libertad de expresión, poner mordazas y hacer que haya tuiteros o raperos en la cárcel, mientras los corruptos que han saqueado las arcas públicas siguen paseando alegremente por las calles de sus ciudades y pueblos es una vergüenza nacional", ha señalado Montero, en una rueda de prensa en el Congreso en la que ha sido preguntada por este caso.

Pese a todo, ellos también han sufrido los montajes de los usuarios de Twitter:

Así fueron los hechos

Los hechos se remontan a abril de 2017 cuando el joven subió a la red social una foto de Jesús Despojado, de la Hermandad de la Amargura, en el que el rostro original había sido sustituido por el suyo, incluido el piercing de la nariz.

La cofradía le pidió en varias ocasiones que retirara la imagen y al no obtener resultado acabaron por llevar el caso a los tribunales. Según recogió la Fiscalía en su escrito de calificación provisional el fotomontaje resultó ser una "vergonzosa manipulación del rostro de la imagen", lo que que evidenciaba un "manifiesto desprecio y mofa hacia la cofradía con propósito de ofender".