"Eres tonta". Así de contundente se mostraba un niño de "no más de 11 años" en el canal de Youtube de 'isartvlog'. Un comentario al que ella no da la más mínima importancia pero sí le ha servido como inicio para relatar el tipo de contenido que recibe de menores cuando no están acompañados durante su uso de Internet.

Para ella es habitual que los niños le dejen insultos, pero también teléfonos o incluso la dirección de casa. Un uso indebido ante el que quiere pedir especial atención. Y para ello se ha fijado en este menor en concreto, porque le llamó la atención su comportamiento.

El niño tenía su propio canal en Youtube con dos vídeos, un gameplay y un directo de hacía dos días. En ese directo se detuvo la youtuber. Tras una intro de tres minutos, empezaba a decir que estaba grabando ese contenido sin que lo sepa su familia. Mira hacia la puerta por si lo están oyendo y sigue. El canal tenía su nombre y apellidos, sin ningún tipo de privacidad, y cuenta que una compañera suya le va a ayudar con el canal. Al final del vídeo, reconoce que está solo en casa: "Estoy haciendo esto porque si mis padres estuvieran no podría". Mira otra vez a la puerta y corta la conexión.

Un niño solo, con acceso a un mundo desconocido e inseguro, y que da todos sus datos abiertamente. No es el insulto, sino el peligro al que se expone el que alerta a Isa:

Pero aquí no termina el peligro. Ella asegura que en muchas ocasiones ha tenido que borrar comentarios de usuarios menores porque ofrecían todo tipo de información privada, para empezar su número de teléfono, porque querían ser amigos.

También la dirección de casa.

Pero ella entiende que no es su responsabilidad ir borrando este tipo de comentarios, algo que en ocasiones no puede vigilar por falta de tiempo. Por lo que alerta de la necesidad de que los padres controlen el uso que hacen sus hijos de la Red.

Y, por supuesto, ella habla desde un canal con 25.000 suscriptores que considera más o menos manejable. Pero la pregunta es qué pasará en los canales donde el youtuber tiene cientos de miles de seguidores, millones incluso, y seguramente no exista tal control sobre lo que comparten los menores.