El Ministerio de Fomento impedirá que las empresas de alquiler de vehículos con conductor (VTC), como Uber y Cabify, vendan o arrienden sus licencias durante los dos años siguientes a su obtención. Se trata de una de las normativas que el Gobierno aprobará para evitar una burbuja de especulación con la cascada de licencias VTC (unas 10.000 según las previsiones) que se concederán por vía judicial y que sobrepasarán la ratio establecida por ley con las de taxi.

Con esta medida, de la que se excluirán las licencias que se hereden, el ministerio pretende garantizar que estas empresas empleen las licencias para prestar servicio y no para comercializarlas cuando estimen oportuno en función de las condiciones de mercado.

Esta propuesta es una de las que surgieron en la reunión que tuvieron Fomento, comunidades autónomas y los ayuntamientos españoles de mayor tamaño para atajar la guerra abierta entre el sector del VTC y el del taxi, y «garantizar una convivencia armónica y ordenada de ambos sectores».

El secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, detalló su concreción a las patronales del taxi el lunes. Según Fedetaxi, Fomento les transmitió que prevé aprobar las medidas a través de un real decreto y «a la mayor brevedad posible».