El mes de agosto es el de las vacaciones por excelencia. Es entonces cuando todos salimos a la carretera en manada en busca de nuestro destino vacacional donde pasar unos días. Es importante tener en cuenta que cuantos más coches haya, es más probable que suceda un accidente por lo que intentaremos minimizar esa probabilidad.

Cuando conducimos hay una infinidad de aspectos que tenemos que cuidar para viajar de una manera segura, pero hay muchas otras que no dependen de nosotros. Hoy, nos centraremos en cómo tener nuestro coche a punto para que responda de la mejor manera en la carretera.

Es necesario llevar al coche al taller periódicamente, pero si detectamos alguna cosa, como las que describiremos a continuación habrá que solucionarla antes de salir a la carretera para un largo viaje:

ESTADO DE LOS NEUMÁTICOS

Revisar la profundidad del dibujo del neumático (mínimo 1,6 milímetros) para ver que no está demasiado desgastado. Además, es importante comprobar que la presión de los mismos es la adecuada.

FRENOS QUE CHIRRÍAN

Observar si hacen ruido las pastillas o si chirrían los discos. También hay que fijarse en las distancias de frenado, por si se alargan en exceso. El tacto del pedal, con el motor en marcha, no debe ser muy duro ni tampoco suave o esponjoso.

ÓPTICAS Y PILOTOS

Comprobar que el alumbrado y las luces de freno funcionen perfectamente. Verificar todos los intermitentes (incluidos los de emergencia) y la luz de marcha atrás. Es obligatorio llevar un juego de luces de repuesto.

TACTO DE LA DIRECCIÓN

Observar si presenta holguras. Los ruidos y vibraciones pueden ser síntomas de una mala alineación. Si la dirección es asistida y hay que ejercer muchísima fuerza para girar el volante, señal de que el servomotor se ha averiado.

CINTURÓN BIEN AJUSTADO

Hay que comprobar que se abren y se cierran sin problemas. La posición correcta debe situar la correa entre los pectorales y rodear el bajo vientre por la pelvis. Se recomienda tensar el cinturón hasta ceñirlo bien al cuerpo.

SISTEMA DE CLIMATIZACIÓN

Es un elemento de confort que redunda en una mayor seguridad. Si enfría poco, es conveniente llevarlo al taller para revisar el circuito. Hay que verificar que las toberas y la luneta térmica desempañen bien los cristales. Recordad que hay trucos para no tener que abusar del aire acondicionado.

ESCOBILLAS Y LUNAS

Evitar rajas en los cristales o pequeños impactos que con un bache puedan acabar partiendo toda la luna. Comprobar que las escobillas de los limpiaparabrisas estén en buen estado y que no hagan ruido mientras funcionan.

BATERÍA BIEN CARGADA

Evitar que se descargue por haber dejado algún consumidor conectado (luces o radio). Los problemas de arranque son un indicio del agotamiento de la carga. Observar el estado de los bornes.

HUMAREDA SOSPECHOSA

Comprobar que el tubo de escape no emite mucho humo. Si el coche consume más combustible del habitual, puede haber algún problema de alimentación. Verificar los parámetros de la inyección en el taller si es necesario.

EL NIVEL DE LOS LÍQUIDOS

Comprobar todos los niveles: aceite, líquido refrigerante, líquido del limpiaparabrisas, líquido de frenos y líquido de la dirección asistida. En algunos casos será necesario buscar la varilla por algún rincón o levantar la tapa del motor.

LAS SUSPENSIONES TAMBIÉN TIENEN FECHA DE CADUCIDAD

Las suspensiones son un elemento determinante en el dinamismo del vehículo y en el confort de sus ocupantes. Tienen una vida útil de unos 70.000 kilómetros. Su deterioro provoca un balanceo excesivo de la carrocería. Los ruidos anormales, la inestabilidad en las curvas y el incremento de las distancias de frenado determinan el final de su vida útil.