La pesadilla de una posible infección por ébola se ha acabado para cinco de las personas que tuvieron contactos de alto riesgo con Teresa Romero. El hospital Carlos III les dio el alta ayer, al cumplirse los 21 días que como máximo tarda en incubarse el virus. Esa fue la buena noticia de la planta quinta, pero en la sexta la auxiliar de enfermería, de bajón por la prolongación de su aislamiento, montó en cólera al conocer que se había sacrificado a su perro Excálibur y se la había culpado a ella del contagio. "Me siento atropellada", comunicó a la amiga que ejerce de portavoz de la auxiliar infectada, Teresa Mesa.

La única persona que se ha infectado de ébola en Europa cada vez se encuentra mejor. Ya pasea de vez en cuando por la habitación y, sobre todo, ha empezado a recibir noticias del exterior. Aunque los sanitarios que la atienden no eran partidarios, al final han cedido a su demanda de permitirle recuperar el teléfono móvil.

Las conversaciones con su marido, Teresa Mesa y otros familiares se han hecho frecuentes y, aunque se le ha dosificado la información, poco a poco se ha ido enterando de lo que ha pasado fuera mientras ella luchaba contra la muerte.

Romero ha contado a Mesa que lo que más le ha afectado es la muerte del perro. "Estoy todo el día llorando pensando en él. QuiEn haya hecho eso, que lo pague", le dijo. La portavoz la notó "muy de bajón". La prolongación del aislamiento le preocupa especialmente porque no sabe cuándo finalizará.

Los sanitarios han llegado a apuntarle que quizás tenga que permanecer allí 15 o más días, que se le harían eternos.

Los médicos que han tomado la decisión quieren estar seguros al 100% de que los restos de virus hallados en sus heces y saliva no son contagiosos. El portavoz del comité gubernamental del ébola, Fernando Simón, reconoció ayer que esos virus "probablemente están neutralizados" (no son capaces de reproducirse). "No tiene un significado médico real, no es fácilmente interpretable. De todas formas, se tiene muy poca experiencia porque hasta ahora no se hacían análisis de los fluidos", añadió.

LOS INGRESADOS Los cinco que desde ayer celebran el fin del mal sueño son las dos peluqueras que depilaron a Romero, la médico de familia que la atendió en el centro de salud, una limpiadora de esta instalación y una amiga. Quedan otros diez contactos de alto riesgo que irán saliendo hasta el lunes, conforme se cumpla el periodo de cuarentena. También sigue ingresado el toxicómano que viajó en la ambulancia después que la auxiliar, aunque lo está por "razones clínicas" ajenas al ébola.

El portavoz del comité gubernamental del ébola, Fernando Simón reconoció que "va a ser realmente complicado averiguar" cómo se produjo el contagio, aunque sí se puede saber, a su juicio, cómo no pudo producirse y eso será importante, según su opinión, de cara a casos que se den en el futuro.