El miedo a salir a la calle sin el teléfono móvil tiene nombre: nomofobia. Y más de la mitad de los españoles sufre este miedo irracional, según el Centro de Estudios de Trastornos de la Ansiedad (CEETA). Este trastorno es solo una manifestación de la creciente adicción a los smartphones, una de las puertas de acceso favoritas a internet.

Nos hemos acostumbrado a ver a la gente caminar por la calle sin levantar la vista de la pantalla de su teléfono móvil, hasta el punto que algunas ciudades han optado por colocar semáforos a ras de suelo. Muchas escuelas e institutos, ante la proliferación de las pantallas (tabletas, ordenadores y teléfonos móviles) en las aulas, se han visto obligadas a realizar jornadas psicoeducativas para que pequeños y jóvenes tomen conciencia del problema que supone el uso inadecuado o excesivo de estas herramientas.

Pero, ¿cómo podemos saber si somos adictos al móvil? A continuación, unas pocas preguntas que te harán reflexionar sobre tu dependencia. A mayor identificación con estas situaciones, mayor grado de dependencia.

1. “Miro la pantalla del móvil regularmente, incluso cuando no he escuchado ninguna notificación”

2. “Llevo el móvil siempre encima, incluso cuando estoy en casa. Me pueden llamar o escribir en cualquier momento”

3. “Puedo estar horas y horas con el móvil. Me divierte colgar cosas en mis perfiles, chafardear, comentar…”

4. “Cuando el móvil tiene la batería baja lo paso realmente mal. Me genera algo de ansiedad llevar el móvil al 20%"

5. “He tenido problemas con mi pareja por usar demasiado el móvil. Intento controlarme cuando estamos juntos, pero cuesta mucho"

En caso de duda, se puede responder un sencillo cuestionario de 20 preguntas de la Organización de Consumidores Españoles (OCU), una adaptación del cuestionario 'El uso problemático del teléfono móvil', elaborado por Merlo, Stone y Bibbey.