Buena parte de los enfermeros del hospital La Paz-Carlos III que atendieron a los misioneros repatriados y a su colega Teresa Romero, en muchos casos de modo voluntario, se encuentran ahora con "padres que no quieren que vayan a visitarles, compañeros de trabajo que se apartan cuando van a cambiarse al vestuario y otras situaciones de estigmatización que provienen de la falta de información". Así lo alertó el presidente del Consejo General de Enfermería, Máximo González, en la cumbre internacional de estos profesionales sobre el ébola en Madrid.