Las medidas de protección tomadas por los sanitarios del Hospital Carlos III que trataron a Teresa Romero funcionaron correctamente. El centenar de personas que se ocuparon de la auxiliar de enfermería infectada de ébola han acabado su periodo de vigilancia sin haber contraído la enfermedad. Los 21 días durante los cuales se puede manifestar la dolencia se cumplieron ayer para la última de las personas que trabajaron en la habitación de la paciente antes de que todos los análisis de esta dieran negativo en ébola.

Durante esos 21 días, el personal sanitario ha estado sometido a medidas de seguimiento activo. Dos veces al día se les llamaba para que se tomaran la temperatura y en ningún caso esta estuvo por encima de los 37,7 grados, el límite que marcan los protocolos para declarar a un paciente sospechoso de ébola. Fue precisamente cuidando a un enfermo, el misionero Manuel García Viejo, como se contagió Teresa Romero.

La única persona en España con riesgo de haber contraído la enfermedad es ahora la joven doctora navarra de Médicos Sin Fronteras (MSF) que permenace ingresada en el hospital madrileño desde el pasado viernes. La madrugada de ayer expiró el periodo de 48 horas desde que se produjo el contacto durante el cual pueden aún no manifestarse síntomas. Una vez cumplido este periodo, si la sanitaria estuviera contagiada podría mostrar esos síntomas hasta el momento en que pasen 21 días, aunque la enfermedad suele desarrollarse con más frecuencia la primera semana.

La mujer se pinchó con una aguja hipodérmica que no había llegado a usar. El paciente al que iba a inyectar falleció poco después.